miércoles, 6 de mayo de 2015

La importancia de los agrupamientos

Las diferencias entre el alumnado, así como la creación de grupos heterogéneos es algo enriquecedor para el proceso de enseñanza-aprendizaje de todos los niños y niñas y es esencial en un aula inclusiva. Es enriquecedor ya que los alumnos y alumnas se ayudan mutuamente, aunque el profesor o profesora siempre será el principal apoyo para todo el alumnado.  También es esencial en un aula inclusiva porque respeta las diferencias de los niños y niñas en cuanto a género, cultura, religiosa, etc, así como los ritmos de desarrollo de cada uno de ellos y ellas.



El trabajo cooperativo y solidario entre los alumnos y alumnas es clave para que los niños y niñas “excepcionales” participen de manera activa es su propio aprendizaje convirtiéndose en una apoyo didáctico. Cuando los compañeros comprendan cómo son sus compañeros de grupo y cómo debe ayudar a aquel que más lo precise para que participe en el tema de trabajo en todo momento es cuando el aula se convierte en un espacio de convivencia.

Para que se lleve a cabo un trabajo cooperativo adecuado debemos tener en cuenta “Los 5 ingredientes del aprendizaje cooperativo” que proponen David W. Jonson y Roger J. Jonson (2007). Estos ingredientes son los siguientes:
  1. Interdependencia positiva. Este aspecto se refiere a que dentro del grupo todos vamos a necesitar de todos para poder avanzar para alcanzar los objetivos comunes propuestos.
  2. Exigibilidad individual. Éste exige la capacidad de poder defender el trabajo realizado en grupo, independientemente de la parte que cada miembro haya realizado.
  3. Interacción cara a cara. Lo cual significa que es imprescindible reunirse y compartir información en persona, ya que nos permitirá realizar un trabajo más completo, ya que incluso los gestos que podemos realizar y expresar, ayudarán a establecer o relacionar ideas.
  4. Habilidad interpersonal y trabajo en grupo. Es necesario que los miembros del grupo se presten a tener medios y recursos para realizar el proyecto de investigación, así como horarios disponibles, que investiguen sobre el proyecto, busquen documentos, etc.
  5. Reflexión del trabajo realizado. No podemos olvidar la importancia de sacar conclusiones del proyecto, comprobar el éxito del servicio realizado o, si por el contrario, existen aspectos mejorables en los que se podría seguir trabajando.



Referencias bibliográficas:

Jonhson, D., Johnson, R. & Holubec, E. (1999). El aprendizaje cooperativo en el aula. Barcelona: Paidós. 1999.

López Melero, M. (2004). Construyendo una escuela sin exclusiones: una forma de trabajar en el aula cn proyectos de investigación. Málaga: Aljibe.

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