miércoles, 29 de abril de 2015

Los precursores del Trabajo por Proyecto.

   
La metodología de proyectos no es algo novedoso, sino que se trata de la evolución del trabajo de autores como John Dewey, Vigotsky, Brunner o Piaget quienes impulsaron las bases de esta metodología de trabajo. Bajo la influencia de estas ideas nos encontramos con William H. Kilpatrick, quien podemos decir que fue uno de los que le puso nombre a esta forma de trabajo. Aunque anteriormente ya autores como Freinet (“educación por el trabajo) o Stenhouse (“investigación como base del trabajo”) presentaron estructuras y formas que concuerdan con los principios de dicho método (Sánchez, Y. 2010).


W. Kilpatrick fue una de las personas que comprendió la necesidad de cambiar el sistema educativo, de dejar a un lado impartir clases para pasar a la investigación tanto personal como grupal. Este autor se vio enriquecido por las ideas de Francis Parker, predecesor de John Dewey. De Parker, Kilpatrick se contagió de la necesidad de ofrecer al alumnado experiencias significativas, dirigiéndose a él de la siguiente forma: “fue el que supo introducir las prácticas más provechosas en las escuelas del país. Yo diría que hizo suyas las ideas de Pestalozzi, las perfeccionó, las enriqueció y las llevó a la práctica.”

Según iba avanzando en su carrera, Kilpatrick profundizó en su idea de que no debería existir separación entre alumnos y profesor, sino una relación recíproca en la que los alumnos/as fueran concientes de que el profesor/a defiende sus intereses. Uno de los momentos en los que el autor pudo comprobar que este tipo de relación se rompía fue cuando ponía notas a sus alumnos/as, por lo que pidió permiso para no mandar informes de evaluación a las familias. De las palabras de Kilpatrick podemos recoger que debemos de confiar en los niños/as, tratándole con afecto, respetándolos como personas y tratándolos como tal.

Lo que el autor buscaba no era una gestión de la clase, sino que “esperaba lo mejor de sus alumnos/as, los trataba como personas, celebraba sus logros y respetaba sus intereses, a la vez que trabajaba a partir de sus experiencias y las ampliaba”. (Landon E. Beyer. 2000).

Otra de las características que desarrollaba en su trabajo era el valor de la democracia, pues la consideraba como “un modo de vida, un tipo y una calidad de relaciones en cuyo marco unos principios morales sensibles afirman el derecho a controlar la conducta individual y del grupo”.


En cuanto a los precursores de las bases del trabajo por proyecto, comenzaremos nombrando a John Dewey máximo responsable de la Escuela Nueva en EE.UU.

 Esta escuela critica las bases de toda escuela tradicional y propone una nueva donde integra siete principios que hoy son también base de un trabajo por proyecto, estos son: una libertad para desarrollarse naturalmente, el interés como motivo de todo trabajo, un maestro que hace de guía, un estudio científico de la evolución del niño, una atención clara a lo que le afecta al alumnado, cooperación entre la escuela y familia y por último, la escuela progresiva como líder del movimiento de educación.

De igual forma, esta escuela se basa en el experimentalismo, la enseñanza por la acción, el planteamiento de problemas, el método deductivo… la actividad es considerada como la característica predominante en el aprendizaje, convirtiendo la escuela en una escuela tanto activa como vitalista.

   
Por otro lado, podemos destacar también la presencia de Vigostky en los ya mencionados trabajos por proyectos. Este sociólogo sostenía que tanto el desarrollo como el aprendizaje se deben al contacto que los aprendices tienen con el contexto que los rodea, llegando a desarrollar su teoría sociocultural. En ella explica que los niños y niñas que se encuentren en una zona de desarrollo próximo, podrán llegar a alcanzar todos aquellos conocimientos propuestos teniendo a una persona al lado con más conocimientos que actúa como guía y los conduce a la interiorización de los aprendizajes. De esta teoría se ha extraído la definición de “andamiajes”, cuya definición podría ser la de un apoyo temporal de los adultos o niños/as con más conocimientos que proporcionado a los niños/as, con el objetivo de realizar una tarea hasta que el niño/a sea capaz de llevarla a cabo sin ayuda externa.

A partir de las ideas de este autor sobre el aprendizaje social, se han desarrollado diferentes conceptos que parten de esta base: aprendizaje cooperativo, aprendizaje orientado, aprendizaje fundado en el conflicto sociocogniscitivo, elaboración de conocimientos en común, etc.

Gracias a las recopilaciones de las investigaciones de autores como éstos, hemos podido comprobar que la mejor forma de trabajo es la enfocada a proyectos ya que ofrece las bases necesarias para que el aprendizaje de diferentes contenidos se convierta en un aprendizaje significativo para nuestros alumnos y alumnas. 


Referencias: 

Beyer, L. E. 1997. William Heard Kilpatrick. Revista Perspectivas nº3. París. PP 503- 531. 

Ivic, I. 1994. Lev Semionovich Vygotsky. Revista Prespectivas nº 3-4. París. PP. 773- 799. 

Sánchez, Y. 2010. Un reto formativo. Ed BCOM. Revista digital educativa nº 5.


2 comentarios:

  1. Gracias por mencionar los autores que hacen la teoría de evaluación por proyectos, me encantaría que incluyeran algunos ejemplos de los recursos de evaluación de proyectos en clase, tales como diarios de trabajo, portafolios... ¿De quién fue esa idea de compilar los trabajos de todo un año escolar?

    ResponderEliminar